Marcelo Tamassi tiene razón


Excelente nota del colega de El Portal de Rojas sobre disponibilidad de terrenos para viviendas

Cuando un colega o vecino tiene una idea que nos parece genial, cuando compartimos esa idea, esa visión, creemos que es el momento exacto de dejar la sana competencia, el ego y demás mezquindades de lado y hacernos eco. Por eso, en este espíritu de colaboración y unidad en beneficio de nuestra comunidad, nos complace replicar la nota del colega Marcelo Tamassi, publicada en "El Portal de Rojas," acerca de la falta y disponibilidad de terrenos para viviendas en Rojas. En un mundo donde la vivienda es un derecho fundamental, es crucial abordar este tema de manera colectiva y encontrar soluciones que beneficien a todos nuestros conciudadanos.

La nota, bajo el título "Rojas tiene 150 viviendas otorgadas, pero faltan terrenos: Acá hay 5 hectáreas", copiada textualmente, dice:

"La superficie que ocupa el obsoleto terraplén de la ex vía del Urquiza podría ser utilizada para urbanización; como beneficio añadido, sería posible regularizar la situación de los asentamientos que a su vera proliferaron y, a la vez, eliminar la ya indefendible barrera urbana que hoy discrimina a una vasta población de La Loma, Santa Rita y Progreso. ¿Qué es lo que impide esta solución? Si volviera el tren, el ramal terminaría en la ruta. Un informe sobre los defensores de obstáculos y los promotores de la falacia «necesitamos más espacios verdes».

"Las fuentes informativas coinciden: El gobierno provincial lanzó el año pasado un ambicioso programa de construcción de viviendas, que continuará en caso de que el actual gobernador sea reelegido para el cargo –o bien si el nuevo mandatario adopta el plan– y que, para Rojas, implica la construcción de cien unidades nuevas por año.

Esta iniciativa choca, no obstante, contra una dura realidad: no hay en nuestro distrito disponibilidad de terrenos fiscales en los cuales construir los barrios. Pero entiéndase bien: lo que no hay es disponibilidad; terrenos sí hay, y como ejemplo vale mencionar las 5 (cinco) hectáreas que ocupa el obsoleto terraplén del ex Ferrocarril Urquiza, desde el cruce a barrio Progreso por calle Italia hasta la ruta 188. No están incluidos en esta medición ni la Pista de la Salud ni el asentamiento irregular instalado en el costado norte de la inútil montaña de tierra.

La eliminación del terraplén traería aparejados varios beneficios trascendentes para la ciudad. El primero, el ya mencionado: la posibilidad de urbanizar cinco hectáreas, solucionando en parte el problema de la falta de terrenos para construir esas viviendas que Rojas necesita como al aire y que el gobierno provincial ya nos otorgó pero no sabemos dónde poner.

Un segundo beneficio está dado por la apertura del acceso a la ciudad a una populosa barriada que abarca a los barrios La Loma, Santa Rita y Progreso, «escondida» hoy por la ya indefendible barrera urbana que constituye el terraplén. Vale mencionar como ejemplo al sector este de La Loma, con población numerosa e inclusive con algún que otro loteo en los que, de a poco, se van construyendo casas nuevas. Esta gente, para llegar al centro, tiene que hacer un rodeo de varios kilómetros para cruzar el obsoleto terraplén por el paso de calle Italia o, lo que es peor, pasar por la 188, con los enormes riesgos que implica utilizar una carretera de tránsito rápido (como es una ruta nacional) para la circulación cotidiana de autos, motos bicicletas y chicos que van a pie a la escuela.

Hay al menos una tercera ventaja, y es la regularización del asentamiento instalado a la vera norte del ya inadmisible terraplén. Una política de urbanización de esas cinco hectáreas debería darle a los ocupantes de esos lotes la posibilidad de normalizar su situación, convirtiéndolos en titulares de la propiedad, ya se vería en qué condiciones y con cuáles requisitos. Pero la alternativa es completamente viable.

Vale la aclaración de que quien esto escribe no se opone en absoluto a la recuperación del tren de pasajeros de la línea Urquiza. Por el contrario: es una idea que ha defendido desde que la última formación fue abandonada, precisamente, sobre el terraplén. Pero una cosa no se opone a la otra.

Derribar el hoy incomprensible terraplén no significa dar por muerta a la idea de recuperar el «Federico». No debería ser necesario aclarar esto, pero por las dudas reiteraremos que, al ser Rojas la última localidad del ramal («punta de riel», en la jerga), no hay ninguna necesidad de hacer llegar al tren hasta el corazón mismo de la ciudad, con todos los problemas que esto causaría.

Puestos en la obligación de tener que construir una nueva estación (la vieja fue desmantelada a fuerza de «remodelaciones» y ya no sirve para tal fin), pues hagámoslo en la ruta, aprovechando para convertirla también en terminal de ómnibus, con el beneficio adicional de que todas las líneas de colectivos que hoy no entran a la ciudad podrían detenerse allí.

Como se ve, una acción única (la eliminación del terraplén) podría significar la solución para numerosos problemas trascendentes para la ciudad. Solamente una cosa hace falta: tomar la decisión política. Lo demás está todo dado"

Felicitaciones colega! Esperemos que las autoridades también dejen de lado mezquindades y "otras yerbas" y hagan uso del sentido común.

 

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