Ante el recrudecimiento de la inseguridad y la sensación de abandono institucional, un amplio grupo de vecinos nucleados en el Foro de Seguridad de la Ciudad de Rojas se reunió el pasado miércoles 22 de octubre con autoridades locales en el Concejo Deliberante de Rojas. Allí, plantearon que mientras ni el sistema judicial ni la policía ni los agentes municipales actúan con la efectividad requerida, los vecinos deben asumir ellos mismos soluciones comunitarias.

En el encuentro participaron representantes de la cúpula policial, el secretario de Seguridad y el intendente Román Bouvier, quienes explicaron los mecanismos que aplican y las limitaciones que enfrentan. Según varios vecinos, esa explicación no es suficiente frente a la demanda de seguridad que crece en todos los barrios.

Los participantes señalaron que la región vive una situación crítica: la inseguridad crece, la intervención judicial llega con demoras y se suman problemáticas complejas como las adicciones y los trastornos de salud mental que agravan la vulnerabilidad social. Frente a este escenario, recalcan que la ciudadanía no puede seguir cargando con lo que el Estado no resuelve.
Desde el Foro manifestaron su disposición a colaborar, organizando acciones vecinales, monitoreos y turnos de prevención, etc. Y en este contexto se eleva una vez más una pregunta clave: ¿para qué se les paga a los funcionarios entonces? Es decir: si la responsabilidad de garantizar la seguridad recae en la gestión municipal y provincial, pero son los vecinos los que terminan interviniendo, la cuenta no cierra.
El mensaje es claro: los vecinos dan un paso al frente, asumen roles no previstos, mientras la gestión del intendente Bouvier y su entorno quedan en el ojo de la tormenta por haber generado expectativas que hoy la comunidad considera incumplidas.
En su comunicado, el Foro agradeció la presencia de las autoridades y reiteró su compromiso vecinal, pero advirtió que no permitirá que el diálogo quede en promesas: “La sociedad demanda soluciones urgentes ante esta realidad”, expresaron.
La movilización comunitaria toma así protagonismo en un municipio que, según los vecinos, carece de respuestas firmes en materia de seguridad, y deja al descubierto la tensión entre la gestión oficial y la capacidad de acción real frente al delito y la vulnerabilidad social.